Comprar vino en lata podría ser la llave para el incremento de ventas entre los jóvenes.
El vino en lata es un formato más económico y con dosis más pequeñas podría abrir una vía de consumo en el público que considera el vino una bebida elitista. Llevamos tiempo escuchando eso de que el mundo del vino debe reinventarse para vender más.
Expertos y diferentes asociaciones del mundo del vino siempre proclaman que se debe cambiar la forma de comunicar. O al menos comunicar mejor el mensaje del consumo de vino, siempre desde el punto de vista moderado e inteligente.
El punto clave según dicen es conectar con la gente joven, entre edades de 18-30 años, sector potencial que por diferentes motivos no ven el vino como una bebida para socializar y beber en reuniones o momentos de relax, siempre teniendo a la cerveza como bebida principal.
Es cierto que el sector ha probado con diferentes acciones para acercarse a este público objetivo. Han lanzado vinos con nombres atractivos, etiquetas con modernos y llamativos diseños. También aparte de polémicas han lanzado vinos de colores, vino azul, vino naranja o vino verde.
Nuevas tendencias
Ahora una de las últimas tendencias es el vino en lata. Como si fuese una lata de refresco o bebida energética. Realmente no es una nueva tendencia ya que hace más de 10 años que se empezaron a vender vinos así.
En España parece que la idea de momento no ha cuajado o las bodegas no se atreven a lanzar una línea de vinos en este formato. Dando una vuelta por algunas de las tiendas online españolas no encontramos referencias a ello.
En Estados Unidos en cambio indican que las ventas no hacen nada más que crecer llevando ya este formato en el mercado 10 años. Argentina es otro país dónde también están probando la venta a través de este medio en acero inoxidable.
Así lo ha publicado recientemente el Boletín Oficial de Argentina dónde especifican que el volumen de cada envase no podrá superar los cincuenta litros, pudiendo vender el vino en tanquecitos o latas como ocurre con la cerveza.
Este formato podría reducir costes a las bodegas ya que se ahorrarían el vidrio y para el consumidor sería una forma también más económica y acercaría el vino a personas que viven solas o que consumen vino de forma esporádica.
¿Qué ocurre con las cualidades organolépticas?
El cambio de envase no alterará el sabor del vino. «Este tipo de recipiente permite mantener al vino bajo una atmósfera inerte, evitando alteraciones del mismo y conservando las características físico-químicas y organolépticas del producto original», destacó la resolución firmada por el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura en Argentina.
Al hablar de vinos en lata se hace referencia a vinos jóvenes, afrutados y frescos. Aquí no entrarían vinos que han pasado un proceso de crianza o reserva debido a la particularidad de su elaboración.
Y tú, ¿Beberías vino de lata? ¡Cuéntanoslo!
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